En el recreo era tan malo al futbol (una vez que metí un gol algún imbécil me dijo que estaba en fuera de juego) que solía jugar a civiles y ladrones con las chicas... porque eso sí, corría bastante bien.
Era el mejor de la calle jugando a los ciclistas con chapas y una vez estuve a punto de ganar a los de la calle de al lado que eran la NBA de las chapas.
Era tímido, gracioso y tenía cierta picardía para ser bueno, yo creo que era tan tímido que la gente se reía porque no me imaginaba escopetado
Más tarde colgábamos a Bolaños del perchero, rompíamos cristales, sillas y pupitres, jugando, corriendo y echando batallas de tiza, una pelota de papel Albal y una fila de mesas eran una buena pista de tenis. Éramos trastos, pero muy buenos y aunque no dibujaba nada bien algún profesor se reconoció en las caricaturas que pintarrajeaba en la mesa, estaba ahorcado en un pino pero se rió bastante y me hizo borrarlo. Jugábamos a adivinar canciones cantándolas en bajito
viernes, 12 de noviembre de 2010
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Debería rescatar yo algún recuerdo infantil propio, que tengo unos cuantos... Pero tengo que hacer tantas cosas...
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